Seguimos paseando por Italia, y esta vez caemos en Roma. Como ya habrás notado, hay infinidad de placitas, fuentes, parques y demás lugares por visitar, pero hay uno en especial que te supondrá una gran curiosidad… me estoy refiriendo a la Boca de la Verdad.
La buena Bocca della Verità está en una de las paredes de la iglesia Santa María de Cosmedin; es básicamente una máscara de mármol con forma de una cara de hombre con agujeros para la boca, la nariz y los ojos, se estima que data del siglo I y que probablemente fuera una fuente o cloaca.
La leyenda que se teje sobre esto dice que la gente que mete la mano en la boca de esta escultura se está sometiendo a una prueba de decir la verdad, que el diablo se encuentra tras esta gran máscara y que si la afirmación es falsa cogerá o «morderá» su mano.
Es bastante sonada también la historia de la mujer que se libró de la condena pública por adulterio con tan sólo un artificio lógico de palabras, atribuyéndose inocencia de una sutil manera. Este mito es algo antiguo y supone una interesante anécdota para los viajeros.
El nombre de Boca de la Verdad es recién colocado para 1485, donde ya se comenzabana hacer dibujos y postales difundiendo la imagen.
Esta vez cuando vayas a Roma no debes dejar de meter la mano y decir la verdad, pruébate y échate unas risas ahí donde existe tanto misterio y anécdotas.