La Catedral de Nápoles o Catedral Metropolitana de Santa María de la Asunción es el santuario más importante de la ciudad de Nápoles.
Se construyó sobre el terreno en el que estaba edificada la capilla Santa María del Principio. Este lugar albergó a Aspreno, el primer obispo de Nápoles.
Historia
La idea de la edificación de una catedral surge por iniciativa de Carlos I de Anjou, quién murió en 1285 sin lograr su objetivo. Sin embargo su hijo, Carlos II de Anjou, comenzó la construcción en 1299.
El levantamiento trajo consigo la demolición de la basílica Stefania, construida a finales del siglo V e inicios del siglo VI. Finalmente la catedral fue concluida por Roberto de Anjou en 1313.
En 1349, un terremoto destruyó la fachada y la torre del campanario, las cuales serían reconstruidas con un estilo de arquitectura gótica.
Descripción
Exterior:
La reconstrucción actual de la fachada tiene un estilo neogótico. Presenta tres portales y tres cúspides con algunas esculturas laterales elaboradas en mármol.
Las tres entradas se abren en celebraciones especiales como el matrimonio de algún miembro de los Capece, el antiguo linaje noble napolitano.
Interior:
Se divide en tres naves separadas por ocho pilares consecutivos a cada lado. Cada nave tiene un largo de 100 metros y una altura de 48 metros.
Acoge cinco pinturas que son: «La adoración de los pastores» de Giovanni Balducci, la» Adoración de los Reyes» de Giovanni Vincenzo de Forlì, «La circuncisión» de Flaminio Allegrini y la «Anunciación y la presentación en el templo» de Girolamo Imparato.
Bajo los arcos laterales se albergan órganos barroco de madera y el dosel gótico de silla. Por otro lado, en el mostrador se encuentran las tumbas de Carlos I de Anjou, el Rey de Nápoles, Carlos Martel de Anjou, rey titular de Hungría , y su esposa Clemencia de Habsburgo.