La Vía Veneto (oficialmente, en italiano Via Vittorio Veneto) es una de las más famosas y extensas avenidas de Roma, Italia.
Considerada la Quinta Avenida de Roma, en los años cincuenta la Vía Veneto congregaba una gran cantidades de cafés donde la gente, con sus mejores galas, se sentaba a la espera de ser descubierta o fotografiada. Muchos de aquellos sitios actualmente siguen en el lugar como así también gran cantidad de tiendas.
La Vía Veneto finaliza justo debajo de las Murallas Aurelianas, construidas en el siglo III d.C. cuando ya el Imperio declinaba y que constituían la protección de la ciudad. Los Príncipes Ludovisi (descendientes del Papa Gregorio XV) trazaron la Vía Veneto y es el lugar que hoy en día alberga las más importantes casa de ropa, joyas y pieles como así también, los hoteles más lujosos y los restaurantes más elegantes de la ciudad.Antiguamente toda la zona era de propiedad de Julio César, era una enorme viña que junto con su granja se extendían desde la actual Villa Borghese hasta Via Flavia y que fue adquirida a su muerte, por Sallustio. Marco Aurelio inició entonces la construcción de las Murallas Aurelianas para proteger a la ciudad de los bárbaros y que en aquel entonces contaba con 363 torres, 5 entradas principales, 116 letrinas y 2.066 ventanas.
En el año 1614, la familia Borghese decide utilizar la Puerta Pinciana, construida por el Emperador Onorio, para acceder a sus enormes jardines y en el año 1870, el nuevo Gobierno de la ciudad de Roma, en aras de su plan de modernización de la ciudad, decidió demoler las Murallas. Esto provocó un fuerte impacto en la sociedad y la demolición tuvo que ser suspendida, restaurándose las Murallas para quedar cual se ven actualmente.